LOS ELEMENTOS QUE NECESITAS SON:
1. Retratos de las personas difuntas
2. Imágenes religiosas
3. Dos calaveras grandes de azúcar (nuevas)
4. Calaveras de azúcar medianas (pares)
5. Candeleros (la boca suficiente para los cirios)
6. Cirios (en pares) de preferencia morados
8. Cazuelas con comida, lo que les gustaba en vida
9. Chiquihuite tortillero con tortillas
10. Botella de licor, o la bebida preferida del difunto
11. Veladoras
12. Pan de muerto (dos o más piezas medianas).
13. Papel china morado o rosa oscuro para cubrir superficies
14. Copal o incienso
15. Flores de cempaxochitl.
16. Objetos preferidos de los difuntos
Esta tradición mexicana, según como yo la entiendo, es una fiesta preihispánica, de origen milenario que se mezcla con los ritos católicos, para recordar y honrar a los que ya se han ido. Para mí es algo bonito, es alegre, no es triste, no tiene nada que ver con fanatismo, ni supersticiones.
En los ranchos en cada casa se hacen los tamales, el atole, el pan, el mole, Etc. y después es un intercambio de comida entre las familias, que se visitan unas a otras para platicar, recordar a sus familiares y pasar un buen rato. En la ciudad también se da aunque en menor escala. En algunos poblados y ciudades se reúnen en la noche en los camposantos con gran cantidad de veladoras y ofrendas, y también se trata de una fiesta de los vivos, recordando a sus difuntos.
Para recordar y honrar a tus seres queridos que ya se han ido, tampoco es necesario gastar tanto, arregla algo sencillo, cocina lo que mas les gustaba, reúne a tu familia y amigos, y eso es lo importante
En los ranchos en cada casa se hacen los tamales, el atole, el pan, el mole, Etc. y después es un intercambio de comida entre las familias, que se visitan unas a otras para platicar, recordar a sus familiares y pasar un buen rato. En la ciudad también se da aunque en menor escala. En algunos poblados y ciudades se reúnen en la noche en los camposantos con gran cantidad de veladoras y ofrendas, y también se trata de una fiesta de los vivos, recordando a sus difuntos.
Para recordar y honrar a tus seres queridos que ya se han ido, tampoco es necesario gastar tanto, arregla algo sencillo, cocina lo que mas les gustaba, reúne a tu familia y amigos, y eso es lo importante
Los altares pueden ser de varios niveles, como una pirámide o escalera.
La construcción y representación del altar de muertos varía según la idiosincrasia y los elementos disponibles en una determinada región, así como de la cosmovisión de las diferentes culturas y etnias.
El altar de muertos varía en algunas regiones. Los niveles en el altar de muertos representan la cosmovisión, regularmente representando el mundo material y el inmaterial o los cuatro elementos, en cada uno de ellos se colocan diferentes objetos simbólicos para la cultura, religión o la persona a la que se le dedica el altar.
- Altares de dos niveles: son una representación de la división del cielo y la tierra representando los frutos de la tierra y las bondades de los cielos como la lluvia.
- Altares de tres niveles: representan el cielo, la tierra y el inframundo. Debido a la introducción de ideologías de las religiones europeas, ha cambiado su significado a dos posibles, pudiendo representar la tierra, el purgatorio y el reino de los cielos, o bien, los elementos de la Santísima Trinidad según la tradición católica.1
- Altares de siete niveles: son el tipo de altar más convencional, representan los siete niveles que debe atravesar el alma para poder llegar al descanso o paz espiritual. Según la práctica otomí, los siete escalones representan los siete pecados capitales. Se asocia el número siete con el número de destinos que, según la cultura azteca, existían para los diferentes tipos de muerte.
En diferentes culturas, particularmente en la azteca, se creía que existía un proceso para nacer y otro para morir. Así, cuando el alma abandona el cuerpo físico debe pasar una serie de pruebas o dimensiones para llegar al ansiado descanso. En la cosmovisión azteca el alma de una persona debía pasar ocho niveles en el Mictlán (inframundo de aquellos que mueren naturalmente), cada uno representaba una prueba para llegar al noveno nivel en el que se llegaba ante Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacíhuatl, llegando al descanso eterno. El dios azteca Xólotl era el psicopompode las almas en el camino.
1 de noviembre: Día de todos los Santos, especialmente los niños y adultos mayores. La creencia oaxaqueña apunta que sus espíritus llegan a mediodía. En el Estado de México despiden con un espectáculo de cohetes a los que mueren al nacer, conocidos como “abreojos”, y dan la bienvenida a las almas de los niños a partir de las 20:00 horas.
2 de noviembre: se recibe a las almas de los adultos durante el mediodía, los despiden a las 20:00 horas e inicia la repartición de ofrendas, cantos, rezos y danzas comienzan en los panteones. (Oaxaca y Ciudad de México)
Retrato del difundo
La persona a la que se dedica el tributo y cuya alma visitará la ofrenda.
Cruz
La fe que guió en vida y la resignación religiosa ante la pérdida.
Copal o incienso
Ofrecido por los indígenas a sus dioses. Este elemento hace referencia a una oración o alabanza, ya que su aroma es un signo de reverencia y aleja las energías negativas.
Arco de flores
Es la bienvenida para el alma. Las flores blancas representan el cielo, las amarillas la Tierra y las moradas, el luto.
Papel picado
Representa la alegría de la vida, su diseño es artesanal con estampados relacionados a la muerte.
Velas-veladoras-cirios
La flama que se produce significa la luz, fe y esperanza para que las ánimas iluminen su camino.
Flor cempasúchil
Es el alma del difunto. Su color anaranjado representa la fuerza del Sol y de la vida.
Calavera
Las comunidades indígenas toman esta figura como un recordatorio de que la muerte siempre está presente, en señal de respeto y reverencia.
Comida
Es la que más gustaba en vida. Se dice que después de la visita espiritual, los alimentos pierden su sabor y aroma.
Objetos personales
Artículos preferidos del difunto. Antiguamente se creía que éstos servirían en la vida posterior durante el viaje. Algunas familias acostumbran colocar ropa limpia para que las almas vistan elegante al momento de la llegada.
2 de noviembre: se recibe a las almas de los adultos durante el mediodía, los despiden a las 20:00 horas e inicia la repartición de ofrendas, cantos, rezos y danzas comienzan en los panteones. (Oaxaca y Ciudad de México)
Retrato del difundo
La persona a la que se dedica el tributo y cuya alma visitará la ofrenda.
Cruz
La fe que guió en vida y la resignación religiosa ante la pérdida.
Copal o incienso
Ofrecido por los indígenas a sus dioses. Este elemento hace referencia a una oración o alabanza, ya que su aroma es un signo de reverencia y aleja las energías negativas.
Arco de flores
Es la bienvenida para el alma. Las flores blancas representan el cielo, las amarillas la Tierra y las moradas, el luto.
Papel picado
Representa la alegría de la vida, su diseño es artesanal con estampados relacionados a la muerte.
Velas-veladoras-cirios
La flama que se produce significa la luz, fe y esperanza para que las ánimas iluminen su camino.
Flor cempasúchil
Es el alma del difunto. Su color anaranjado representa la fuerza del Sol y de la vida.
Calavera
Las comunidades indígenas toman esta figura como un recordatorio de que la muerte siempre está presente, en señal de respeto y reverencia.
Comida
Es la que más gustaba en vida. Se dice que después de la visita espiritual, los alimentos pierden su sabor y aroma.
Objetos personales
Artículos preferidos del difunto. Antiguamente se creía que éstos servirían en la vida posterior durante el viaje. Algunas familias acostumbran colocar ropa limpia para que las almas vistan elegante al momento de la llegada.
Estos son algunos de los elementos básicos de los altares, con sus cambios dependiendo la región y las tradiciones de cada familia, conforme sus creencias, ideología o nivel social.
El “altar”, que se coloca en un lugar prominente de la casa y, dependiendo de su tamaño, se utiliza una repisa, consola, mesa o inclusive una habitación o inclusive hay quiénes lo extienden al piso mismo. Consta de siete niveles, que simbolizan los siete escalones del purgatorio por los que debe de pasar el ánima antes de llegar al cielo.
El “arco”, que consiste en un arco o marco hecho de madera o carrizal, adornado con flores que se ubica en la cúspide del altar y simboliza la puerta de entrada al cielo.
Los “niveles”, que representan los estratos de la existencia, hechos con cajas de cartón, huacales, ladrillos etc.. Normalmente son tres (el cielo, la tierra y el inframundo) aunque existen las variantes de dos (cielo y tierra) o siete (los siete niveles del infierno, el purgatorio y el cielo, según la tradición católica).
Los “cuatro elementos” son las representaciones del viento (generalmente de papel de china picado), el fuego (veladoras), la tierra (los frutos, pan o cenizas) y el agua (colocada en un pequeño vaso que además cumple otras funciones).
Los “retratos de los difuntos”, que se colocan en la parte más destacada del altar por ser los celebrados. Hay quienes acostumbran poner los retratos de espalda y, frente a ellos, un espejo, para que así el fallecido sólo puedan ver el reflejo de su deudo y viceversa, a fin de recordar que pertenecen a diferentes mundos.
Las “ánimas del purgatorio”, colocando una imagen o cromo de las benditas ánimas del purgatorio, para facilitar la salida del difunto, si se encontrara en el purgatorio debido a no poder alcanzar la gloria (entrada el cielo), según la teología católica quienes han muerto habiendo cometido pecados veniales sin confesar, pero sin haber cometido pecado mortal, deberá expiar sus culpas en el purgatorio; precisamente dentro de la imaginaria del día de muertos la celebración da a los difuntos un día de descanso del mundo obscuro y triste que habitan.
Las “cruces”, que se acostumbran colocar una cruz pequeña, de sal, en la base del altar, que representa la pureza de las almas o una cruz de ceniza que le ayudará a salir del purgatorio.
El “agua”, que es de suma importancia y tiene múltiples significados. Un vaso de agua clara y fresca permitirá a los muertos refrescar sus labios después del viaje desde el inframundo, también refleja la pureza de sus almas y el amor que por ellos siente el deudo; es asimismo, el reflejo del ciclo continuo de la regeneración de la vida y la muerte, promesa de fertilidad; también le permite al fallecido limpiar su reflejo al llegar a la casa del convite, por lo que hay quienes acostumbran colocar un pequeño aguamanil o jícara con agua, junto a un jabón y una toalla para el aseo de los muertos.
Las “flores”, donde la tradicional es la flor de cempazúchil, uno de los elementos más típicos de los altares, además de colocarla en ramos que adornan el recinto, con sus pétalos se delimita el espacio del altar y se hace un camino desde la entrada de la casa hasta el altar que indicará la ruta a los muertos.
La “luz”, que representa el inframundo. Es un espacio oscuro y el camino hacia nuestro mundo necesita de una guía, por ello las veladoras y cirios son primordiales y su significado y distribución cuentan con múltiples variantes. Se prefieren las veladoras de color morado (color de luto en la liturgia católica) o blancas. Se acostumbra asimismo poner una veladora frente a los retratos, una por cada difunto; al encenderlas se susurra su nombre, lo que invoca su presencia, y cualquiera de ellas, deben ser en número par.
Las “calaveras”, que se colocan las coloridas de azúcar con adornos de colores, de fuerte influencia barroca, representando a los vivos, recordando de forma festiva lo irremediable de la muerte. Hay quiénes colocan tres grandes calaveras que representan la santísima trinidad.
El “pan” que se asocia no sólo la generosidad del anfitrión, sino la generosidad de la tierra misma; existen múltiples variantes para su elaboración, como los panes en forma de “muertitos” de Pátzcuaro o aquellos de la selva potosina. Durante los días de muertos, las panificadoras adornan sus vitrinas con coloridas ilustraciones alusivas a la celebración.
El “trago” donde muchas personas acostumbran colocar un caballito de tequila, un vaso de pulque, una copa de mezcal o la bebida alcohólica del gusto del difunto, que le indica al muerto que hay una celebración en su honor.
El “copal” que es un pequeño brasero con copal que purifica el ambiente para recibir a los fallecidos, hay quienes lo sustituyen por incienso.
El “convite”, donde se coloca la comida que era del agrado de los fallecidos. Es una de lascostumbres más íntimas y personales de este festejo. La comida no será únicamente para el alma visitante, sino además para los deudos, quienes departirán con ella, colocada en el segundo nivel del altar (el de la tierra).
Los “recuerdos”, que se acostumbra colocar en el altar los artículos pertenecientes a los difuntos, como instrumentos de trabajo, lecturas preferidas, música, cigarros y todo aquello que amaban en vida.
Los “adornos” que no pueden faltar ya que el arte popular mexicano produce una interminable colección de adornos relacionados con la festividad de muertos. Hermosas miniaturas con cuadros de entierros, velorios o cementerios, representando escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes realizados en cartonería, barro o yeso, son típicos de la ciudad de México, así mismo las figuras de alfeñique (piezas realizadas con azúcar, huevo, miel de maíz, almendras, etc.). También se utilizan reproducciones de las célebres calaveras del Maestro José Guadalupe Posada.
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