viernes, 10 de octubre de 2014

• HISTORIA GENERAL DE LA EDUCACIÓN:

HISTORIA: 
Se denomina historia a la disciplina que como objeto de estudio se centra en el pasado de la humanidad, y pertenece (por los métodos que utiliza) a las ciencias sociales. También se reconoce como historia al periodo de tiempo que transcurrió desde la invención de la escritura (reconocido como año cero) hasta nuestros tiempos actuales.
Sin embargo, el término excede lo propiamente relacionado con la ciencia que conocemos con el mismo nombre y también podemos usar “historia” para identificar un tipo de narración que relata un suceso determinado, incluso algunos pueden ser ficticios o imaginarios (como los cuentos, o la ciencia ficción). En este sentido, podemos establecer una diferencia entre la historia como relato literario y la historia como ciencia: el primero, puede ser mentira o ficticio, por el simple hecho de que no debe atenerse a un criterio de veracidad. En cambio, en la historia como ciencia, quienes se conocen como “historiadores”, tienen el propósito de conocer e interpretar la historia mediante los sucesos y hechos, y para ello utilizan criterios de objetividad que están muy lejos de la ficción típica de la literatura.
En este sentido, podemos reconocer diferentes tipos de “historias”. Una de ellas es la historia natural, que si bien es un término en desuso, se utilizaba para hacer referencia a disciplinas como la geología, la paleontología y la arqueología, todas relacionadas con la época histórica conocida como pre-historia (antes de la invención de la escritura, todo lo que estuvo antes del año cero).
Un recurso muy utilizado para graficar el paso de los años e identificar los hechos o sucesos que han acontecido en ellos, son las conocidas líneas de tiempo. En general, se toma un lapso histórico (de tal año a tal año) y se marcan en ella los hechos más relevantes que se consideran dentro de ese lapso determinado. Pueden ser sucesos ocurridos en un país, en una región del mundo, o sucesos que, si bien han ocurrido en un determinado país/región han tenido repercusiones a nivel global.
La historia tiene claras diferencias con otros dos conceptos complementarios pero no iguales. Por un lado, la historiografía, que es todo el conjunto de técnicas, o metodología, que se disponen para abordar el estudio de hechos ocurridos en la historia, que pueden ser registrados. En cambio, la historiología es un conjunto de teorías que intentan responder algunos interrogantes acerca de porqué se han ocurrido determinados tipos de hechos o tendencias en lo social, política y económica en diferentes regiones del planeta.
CIENCIA:
Etimologicamente hablando, el término ciencia proviene del latín scire,que en castellano significa saber. Actualmente, la palabra ciencia alude al conjunto de conocimientos que se organizan de forma sistemática y que se han obtenido a partir de la observación, experimentaciones y razonamientos dentro de áreas específicas. Es por medio de esta acumulación de conocimientos que se generan hipótesis, cuestionamientos, esquemas, leyes y principios.

El método científico

Para obtener nuevos conocimientos, la ciencia se vale de lo que se conoce bajo el término método científico, que implica una serie de pasos que son necesarios para alcanzar el conocimiento científico. Para esto, es necesario utilizar los instrumentos adecuados para que el conocimiento sea válido. Este método, o pasos a seguir por el investigador, siempre deben ser explicados y detallados a lo largo de la investigación, para que sus receptores lo conozcan y puedan juzgar los resultados obtenidos.

Pasos del método científico

Los pasos que componen al método científico, a grandes, rasgos son cinco. Lo primero que debe realizar en investigador es la observación del fenómeno que desea estudiar. Para esto, analiza dicho fenómeno, tal cual se lo encuentra en la naturaleza, valiéndose de sus propios sentidos. A partir de esto, el científico obtiene el principio particular de cada uno de los fenómenos analizados. A esto se lo conoce bajo el nombre de inducción. El siguiente paso es plantear una hipótesis, es decir, una proposición probable que se formula luego de la recolección de datos e información. Es a partir de esta proposición que el científico orienta su investigación, en la que intentará probarla o refutarla. Luego de esto, se debe presentar una investigación en donde todos los pasos anteriores sean detallados y donde se expresen las conclusiones a las que se llegó luego del trabajo realizado. 

Conocimiento científico

Algunas de las cualidades que presentan los conocimientos científicos son que van más allá de los hechos en sí y que pueden ser comunicados y verificados. Además, es un conocimiento sencillo, claro, sistemático, legal, especializado, objetivo, fáctico, crítico y predictivo.
Hay que tener en cuenta que la validez del conocimiento científico no es permanente ni incuestionable, sino que se los consideran como tal siempre y cuando no sean refutados. Constantemente los conocimientos obtenidos se contrastan entre sí y se cuestionan. El hecho de que un conocimiento no haya sido refutado no significa que sea considerado como una verdad incuestionable, sino que siempre se lo somete a nuevos contenidos y observaciones que se van adquiriendo a lo largo del tiempo para continuar verificándolos.

Clasificación de los tipos de ciencias

A grandes rasgos, las ciencias pueden ser clasificadas en varios tipos:
Sociales: esta ciencia incluye a las disciplinas orientadas a cuestiones humanas como lo son la cultura y la sociedad. Aquí se pueden incluir la sociología, la historia, la psicología, la antropología o la política, entre otras.
Naturales: estas ciencias, en cambio, se especializan en el estudio de la naturaleza, como lo hacen por ejemplo la astronomía, la geología, la biología o la física.
Formales: las ciencias de este tipo, en cambio, se orientan a las formas válidas de inferencia y cuentan con un contenido formal, no concreto, a diferencia de las ciencias empíricas. Aquí se ubican las matemáticas y la lógica.
HISTORIA COMO CIENCIA:

En las ciencias humanas y sociales, el ámbito fenoménico en el que el sujeto se mueve operatoriamente para alcanzar resultados estables y eficaces, tiende a perseguir objetivos cognitivos y de índole técnico o práctico en sentido genérico. La caracterización de las ciencias sociales, o historia como ciencia “social” o “humana”, se refiere a la mecanización, o al estructuralismo que comenzó a perseguir la historia, utilizando el método científico, en las investigaciones de orden histórico, llegando así a la definición del concepto de “historia como ciencia”.

Para analizar este enunciado de “historia como ciencia”, primero hay que entender que se define por concepto de ciencia y que se entiende historia. 

En primer término, ciencia, proveniente del latín scientia, (de scire, ‘conocer’), se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como ‘ciencia pura’, para distinguirla de la ‘ciencia aplicada’ —la búsqueda de usos prácticos del conocimiento científico— y de la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo las aplicaciones.

También se puede decir, que ciencia, es un tipo de conocimiento y el resultado de éste, consistente en aplicar a un objeto o fenómeno, las diferentes fases del Método Científico, elaborando teorías, hipótesis, experimentando, y verificando, para dar valides a las teorías. Por ende, la ciencia, o conocimiento científico, debe ser racional, pues sólo por medio de la razón se puede comprender; también tiene que ser sistemático, porque necesita de un estructuralismo y tiempo para la elaboración de las hipótesis; además de empírico, ya que está obligado a experimentar para conocer a cabalidad; y verificable, pues la ciencia no puede entregar datos e información que no sean fidedignos. Sin embargo, es falible, pues puede equivocarse para seguir construyendo otros modelos mejorados. 

Por su parte, historia, proveniente del griego istorein, que quiere decir “hacer una investigación”, entendida como un acto humano, es tradicionalmente, en su sentido más amplio, es el estudio de la totalidad de los sucesos humanos acaecidos en el pasado, aunque una definición más realista la limitaría al pasado conocido mediante cualesquiera que sean las fuentes documentales. La historiografía en cambio, es el registro escrito de lo que se conoce sobre las vidas y sociedades humanas del pasado y la forma en que los historiadores han intentado estudiarlas. De todos los campos de la investigación, la historia quizá sea la más difícil de definir con precisión, puesto que, al intentar desvelar los hechos y formular un relato inteligible de éstos, implica el uso y la influencia de muchas disciplinas auxiliares. 

El objetivo de todos los historiadores ha consistido en recopilar, registrar e intentar analizar todos los hechos del pasado del hombre y, en ocasiones, descubrir nuevos acontecimientos. Todos ellos reconocen lo incompleta que es la información de que se dispone, parcialmente incorrecta o sesgada y que requiere un cuidadoso tratamiento.

Sin embargo, existen algunas tendencias que difieren de esta acepción de historia, tales como el positivismo (sistema filosófico que admite únicamente el método experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto, ideal elaborado por Auguste Comte), que piensa a la historia como el relato de hechos concretos y conocidos ocurridos antes de nosotros; y otra visión tiene un sentido simbolista, no de cualquier hecho, sino de los que han colaborado en el desarrollo del hombre como ser social. Esta tendencia es defendida por filósofos y sociólogos modernos o neokantianos.

Visto de esta forma, la historia sería una ciencia clásica, pues para ambos tipos de historia (positivista o simbolista), se necesita en mayor o menor grado, la utilización del método científico histórico, con todo su procedimiento, para la obtención de información y testimonios fidedignos de hechos y sucesos previos a nosotros.

Sin embargo, no hay que olvidar, que existen líneas del conocimiento histórico, que defienden que la historia no es sólo el análisis del pasado humano, sino también del presente para predecir fenómenos futuros. Por lo tanto, la historia tiene mayor connotación científica, cuando este conocimiento tiene la capacidad de predecir.

A esto se le denomina “Ciencia Histórica”, que comprende un reconocimiento retrospectivo del pasado, una prospectiva del futuro, y una perspectiva del presente, resultado este último de la síntesis de los dos primeros.
Ante todo esto, se puede determinar también, que la historia es una ciencia ideológica, que aspira a absorber de su entorno, conocimiento conceptual por medio de la crítica, identificándose en muchos de sus tramos, con la filosofía. En estos casos, se trata propiamente de una investigación empírica, y en parte de una corrección teórica, de las categorías, que la tradición conoce como materialismo histórico.

Finalmente podemos argumentar que la ciencia histórica, es un fenómeno del conocer humano, empírico o ideológico, pues no hay una sola forma de ver la realidad, si ambas llegan al mismo resultado; y no se puede pensar que las ciencias clásicas no están ligadas a la ciencia histórica o social, pues un claro ejemplo, es el evolucionismo del británico Charles Darwin, quien en su teoría más bien biológica de la Evolución de las Especies, provocó un cambio radical en el conocer del desarrollo del hombre, del progreso de la humanidad, y de su entorno social, aportando mayores datos e información a la investigación histórica respecto. Por lo tanto la ciencia biológica se liga en ese caso a la historia, y como en este, en muchos otros casos. 

Pero también es posible entender las ideas neopositivisitas, que conciben a la historia como un arte científico social, pues expresa los sentimientos del autor, historiógrafo y hasta críticos, en lo que se entrega como información final del saber histórico. Pero sin duda alguna, el método científico histórico, base de la ciencia social, hace que esta disciplina sea catalogada de ciencia. 


IMPORTANCIA DE LA HISTORIA:

Siempre que nos ponemos a estudiar la historia nos fijamos en los hechos acontecidos en el pasado, los personajes históricos importantes, los pueblos o civilizaciones que tuvieron importancia en algún tiempo remoto, los movimientos o modas que marcaron una época…etc. La historia nos ayuda a entender el presente estudiando el pasado, la importancia de la historia reside en el hecho de que un pueblo que no recuerda su historia, corre el riesgo de repetirla. Las cosas hoy en día son como son gracias a la historia pasada. Nunca está de mas conocer el pasado de un pueblo o el pasado de nuestra raza humana.
Resulta también de máxima importancia conocer la historia mundial de modo que podamos enseñar a los que no saben qué es lo que pasa o ha pasado en el mundo. Quizás en otras materias sea mas necesario entrar en detalles y profundizar en conocimientos concretos, pero en el marco histórico, basta con saber unos pocos datos para estar informado. La historia es como una cebolla. Conviene conocer las capas externas que nos hablan de forma global de lo que ocurrió, y a medida que profundizamos y vamos conociendo mas vamos pelando el resto de capas. La historia puede conocerse por encima o en profundidad. Al aprender historia, uno capta conceptos e ideas básicas para entender las relaciones humanas, como se desarrolla en la naturaleza y como se relaciona el ser humano entre si.

Basta mirar hacia atrás y ver que siempre ocurre lo mismo y que la historia se repite. Los conflictos son siempre iguales. El pueblo oprimido no puede mas y crea una revolución que cambia un gobierno, luego pasa el tiempo y la historia vuelve a comenzar.Podemos ver lo que ocurre en los países en guerra. Hoy en día hay guerras tan similares como las ocurridas hace miles de años. Las causas y los efectos son las mismas. La gente muere por sus ideales y por conseguir mejorar sus derechos, y eso ha sido siempre así y seguirá siendo así en el futuro.
Al comprender la historia podemos entender como es el mundo en este momento. Los acontecimientos del pasado dan forma a los países actuales, las guerras y las revoluciones han permitido que los países sean como son actualmente. Incluso los mapas cambian y las fronteras, antaño impasibles, se mueven al ritmo humano. Estudiando la historia podemos comprender porqué África es un continente subdesarrollado, o porque la india se independizó de Inglaterra. También podemos comprender porqué los países luchan por territorios, como el caso de Palestina e Israel. Todos estos países forman hoy nuestro planeta pero han ido cambiando desde el principio de los tiempos. Los cambios son evidentes y nos ayudan a entender la posición actual en la que nos encontramos ahora.
La importancia de la historia reside en el hecho de que al entender lo sucedido en el pasado y la situación actual, podemos de mejor forma entender lo que está por venir y entender lo que debemos evitar y lo que podemos mejorar. Por último, queda hacer una reflexión. Quizás no sepamos mucho sobre la historia, no conozcamos los detalles, pero ahora, nosotros mismos estamos haciendo historia. Estamos viviendo en un periodo que en el futuro será recordado, que los niños estudiaran en los colegios, y todo eso depende de nosotros y todo ello lo hacemos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario